8/8/11

Lingüística en movimiento

 
En francés, los verbos tienen dos posibles auxiliares cuando se conjugan en tiempos compuestos: o bien el verbo auxiliar être (ser) o bien avoir (haber). La diferencia entre los dos verbos auxiliares tiene que ver directamente con la condición del verbo conjugado que define el uso de uno u otro: si se trata de un verbo intransitivo, pronominal, o de desplazamiento, lleva el auxiliar être, mientras que los demás verbos llevan el auxiliar haber. Ahora queda por definir qué es lo que nombramos arbitrariamente desplazamiento. Una regla gramatical diferencia los verbos de desplazamiento - los cuales implican un punto de partida y de llegada y llevan el auxiliar être; la expresión il est parti (se ha ido) induce supuestamente una llegada a algún punto–, y los verbos de movimiento continuo que llevan el auxiliar avoir : j'ai marché (he caminado), puede ser una acción perpetua en la condición de caminante, sin referirse a un lugar de partida o de llegada.

Si el francés diferencia los verbos de desplazamiento y de movimiento, me asombra ver cómo el verbo emigrar que lleva el auxiliar haber (se dice por ej. j'ai émigré en 19..., pero je suis parti(e) en 19...) no se considera como verbo de desplazamiento – al serlo llevaría el auxiliar ser como en el caso de arriver, partir, entrer, sortir etc. Emigrar en francés y según el sistema linguístico, aparece entonces como movimiento continuo al igual que  marcher, danser, courir, nager, etc., (encontramos il est arrivé, parti, passé... VS il a dansé, nagé, couru...). Así, según el funcionamiento de los principios gramaticales del idioma francés, la emigración aparece como una acción continua, un perpetuo movimiento sin referencia ni al punto de partida ni de llegada.

Así estamos, eso somos mientras viajamos. Seres en tránsito", nos dice A. Neuman con clarividencia en su ensayo Cómo viajar sin ver.

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